...libro, déjame libre...
Cuesta concebir dos poéticas más divergentes que las de Borges y Neruda; el uno cincela versos, al otro le chorrean, los exhuda... El caso es que ambos dos han abundado en asuntos libroides... con bien diversa orientación: lo que en Borges es casi reverencia, en Neruda es bastante más ambiguo... Vamos, que no me imagino a Borges firmando versos del cariz de Libro, cuando te cierro abro la vida..., o ...vuelve a tu biblioteca, yo me voy por las calles...
Ha poco recogíamos aquí la Oda a la tipografía del chileno; su primer volumen de odas elementales (1954) contiene dos dedicadas al libro; son muy conocidas; aún así me traigo la primera (otro día le hago entrada a la segunda).
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ODA AL LIBRO (I)
Libro, cuando te cierro
abro la vida.
Escucho
entrecortados gritos
en los puertos.
Los lingotes del cobre
cruzan los arenales,
bajan a Tocopilla.
Es de noche.
Entre las eslas
nuestro océano
palpita con sus peces.
Toca los pies, los muslos,
las costillas calcáreas
de mi patria.
Toda la noche pega en sus orillas
y con la luz del día
amanece cantando
como si despertara una guitarra.
A mí me llama el golpe
del océano. A mí
me llama el viento,
y Rodríguez me llama,
José Antonio,
recibí un telegrama
del sindicato "Mina"
y ella, la que yo amo
(no les diré su nombre),
me espera en Bucalemu.
Libro, tú no has podido
empapelarme,
no me llenaste
de tipografía,
de impresiones celestes,
no pudiste
encuadernar mis ojos,
salgo de ti a poblar las arboledas
con la ronca familia de mi canto,
a trabajar metales encendidos
o a comer carne asada
junto al fuego en los montes.
Amo los libros
exploradores,
libros con bosque o nieve,
profundidad o cielo,
pero
odio
el libro araña
en donde el pensamiento
fue disponiendo alambre venenoso
para que allí se enrede
la juvenil y circundante mosca.
Líbro, déjame libre.
Yo no quiero ir vestido
de volumen,
yo no vengo de un tomo,
mis poemas
no han comido poemas,
devoran
apasionados acontecimientos,
se nutren de intemperie,
extraen alimento
de la tierra y los hombres.
Libro, déjame andar por los caminos
con polvo en los zapatos
y sin mitología:
vuelve a tu biblioteca,
yo me voy por las calles.
He aprendido la vida
de la vida,
el amor lo aprendí de un solo beso,
y no pude enseñar a nadie nada
sino lo que he vivido,
cuanto tuve en común con otros hombres,
cuanto luché con ellos:
cuanto expresé de todos en mi canto.
Pablo Neruda
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NERUDA, Pablo. Odas elementales. Barcelona: Random House Mondadori, 2003. ISBN: 84-9759-817-2. 253 p.
Ha poco recogíamos aquí la Oda a la tipografía del chileno; su primer volumen de odas elementales (1954) contiene dos dedicadas al libro; son muy conocidas; aún así me traigo la primera (otro día le hago entrada a la segunda).
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ODA AL LIBRO (I)
Libro, cuando te cierro
abro la vida.
Escucho
entrecortados gritos
en los puertos.
Los lingotes del cobre
cruzan los arenales,
bajan a Tocopilla.
Es de noche.
Entre las eslas
nuestro océano
palpita con sus peces.
Toca los pies, los muslos,
las costillas calcáreas
de mi patria.
Toda la noche pega en sus orillas
y con la luz del día
amanece cantando
como si despertara una guitarra.
A mí me llama el golpe
del océano. A mí
me llama el viento,
y Rodríguez me llama,
José Antonio,
recibí un telegrama
del sindicato "Mina"
y ella, la que yo amo
(no les diré su nombre),
me espera en Bucalemu.
Libro, tú no has podido
empapelarme,
no me llenaste
de tipografía,
de impresiones celestes,
no pudiste
encuadernar mis ojos,
salgo de ti a poblar las arboledas
con la ronca familia de mi canto,
a trabajar metales encendidos
o a comer carne asada
junto al fuego en los montes.
Amo los libros
exploradores,
libros con bosque o nieve,
profundidad o cielo,
pero
odio
el libro araña
en donde el pensamiento
fue disponiendo alambre venenoso
para que allí se enrede
la juvenil y circundante mosca.
Líbro, déjame libre.
Yo no quiero ir vestido
de volumen,
yo no vengo de un tomo,
mis poemas
no han comido poemas,
devoran
apasionados acontecimientos,
se nutren de intemperie,
extraen alimento
de la tierra y los hombres.
Libro, déjame andar por los caminos
con polvo en los zapatos
y sin mitología:
vuelve a tu biblioteca,
yo me voy por las calles.
He aprendido la vida
de la vida,
el amor lo aprendí de un solo beso,
y no pude enseñar a nadie nada
sino lo que he vivido,
cuanto tuve en común con otros hombres,
cuanto luché con ellos:
cuanto expresé de todos en mi canto.
Pablo Neruda
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NERUDA, Pablo. Odas elementales. Barcelona: Random House Mondadori, 2003. ISBN: 84-9759-817-2. 253 p.
6 comentarios
Iulius -
Yavannna -
Yavannna -
Iulius -
Debía haber algún problema con la hoja de estilo cuando consultaste la página, creo que por lo general se ve correctamente. A ver si lo reviso :O), gracias por el aviso también.
Magda -
Ha sido un placer conocer tu blog, de inicio no hallaba adonde estaban los textos porque arriba están primero tus temas y enlaces, y me preguntaba ¿y los textos? pero bajé y he leido muchos, felicidades por tu blog (Nódulos ya lo conozco, y me encanta).
Muchos saludos.
Tao -
Miralas aqui:Las casas de Neruda
http://icarito.latercera.cl/especiales/neruda/casas.htm