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bibliotecosas

fuimos cual polvo de los anaqueles...

Bueno, son endecasílabos, sí, pero es difícil encontrar un soneto más alejandrino :O)

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Nunca preguntes por Alejandría
caravanero perdido en la arena
náufrago mustio de amor y de pena
tórrido el sueño y la noche fría

Lánzate en brazos de antigua teoría
Traza en el suelo las hipotenusas,
y ángulos rectos, placer de las musas,
ebrias de lógica y de geometría

Siempre vivimos para los papeles
fuimos cual polvo de los anaqueles
bibliotecarios de melancolía

Tarde se ha hecho para la frontera
nunca logramos salir hacia fuera
siempre estuvimos en Alejandría

Jesús Mosterín

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Siempre estuvimos en Alejandría. Julia García Maza (ed.). Madrid; Valencia: Asociación de amigos de la Biblioteca de Alejandría; Edicions Alfons el Magnànim, 1997. ISBN: 8479521848.

3 comentarios

Iulius -

Tu reflexión es muy hermosa, ade, gracias por compartirla con nosotros y gracias por tu visita :O)

ade -

Existen dos Alejandrías por lo menos.
La una, aquella. La otra, la que es ahora visible. Si bien no deberían poder convivir simultáneamente por la física cuestión del tiempo, en nosotros vive aquella, la antigua y lo hace ahora, cuando a la vez, uno puede dejarse caer en la Alejandría ésta, y llevar ambas en la biblioteca del corazón.

(Qué preciosos son los paisajes encuadernados de gomezlosada, por cierto)

miguel -

quiero enseñarte esto:www.gomezlosada.com
pag 16b (paisajes encuadernados)
los libros son bellos objetos primero, y la mejor manera de escapar, después.
un saludo desde córdoba